lunes, 6 de julio de 2009

Los "Polizones" de Noreña

Yo trabajo en LACERA, eso creo que lo sabéis todos, y he visto y vivido casi de todo en este trabajo, pero como lo que me pasó el sábado, nada.
Iba yo tan tranquilo a trabajar, a eso de las 6 de la mañana, por una de las calles de Noreña, rumbo al Polideportivo Municipal, cuando las luces de mi coche iluminaron a un pequeño "intruso" que estaba echado tranquilamente en medio de la calle. Era un conejo, pero de esos silvestres, no doméstico. Tenía un bonito pelaje gris y una graciosa colita blanca, como un pompón. Tras unos segundos de sorpresa, agarré una bolsa de esas del "Alimerka", dispuesto a "agarrarlo" como fuera. El bicho era listo de cojones, y me tuvo corriendo detrás de él casi un cuarto de hora, sin que consiguiera "echarle el guante". Me fui refunfuñando de nuevo al coche, y ví cómo algunas de las ventanas de los edificios estaban abiertas y cómo algunos rostros serios y somnolientos me miraban con cara de pocos amigos. Por lo visto, los había despertado. Me fui sin decir palabra...pero la cosa no terminó ahi.
Llegué al "Poli", agarré la escoba y me puse a barrer. Poco después, llegó mi "compi". la saludé, porque uno es educado, y seguí a lo mío. A los 5 minutos, oigo un grito. Estaba fregando, y bajo tan aprisa que meto de lleno el pie dentro del cubo de agua, que se vuelca, desparramando el agua y me pego una ostia de la idem...
Todo el pasillo parece una laguna, y me duele mucho el "As de Oros", (por no llamarlo culo).Bajo de mala gana las escaleras (el "poli" tiene dos pisos, y yo estaba en el de arriba), y me encuentro a la "compi" mirando un rincón de uno de los almacenes de material con cara de susto.
-¡ Ay, por Dios, Javierín. Que ahí tenemos una rata!.
Me asusté, lo reconozco, no porque fuese una rata lo que hubiese allí, sino porque, en caso de serlo, esas malditas son muy irritables y no dudan en atacar y saltarte al cuerpo si se ven acorraladas, y si te muerden , puedes pillar incluso el Tifus. De modo que agarré una escoba de las gordas, y aparté unas cuantas cajas de aquel rincón. Y allí estaba...no sé cómo, pero otro de aquellos conejos se había colado dentro sin que nadie se diese cuenta, y pensé..."El otro se me escapó, pero tú no te me escapas..."¡Pues también se me escapó el muy...!.Probé primero a agarrarle, pero como no podía, luego, a frenarlo a base de escobazos, y luego a lanzarle de todo, desde la escoba hasta un par de balones de esos medicinales, pasando por dos o tres calderos, y eso cuando me entró el cabreo porque ese maldito estaba demostrando ser más listo que yo. Salió por la puerta abierta y se me quedó mirando como diciendo,¡Jódete...!. Y mi compañera, que lo había visto todo, descojonándose.
- A Rubén y a Raquel (mis dos encargados), ni una palabra de esto, ¿vale?.- Fue todo lo que le dije.
Tendría que haber salido a las 8.30. Me fuí casi a las 11.00, y para colmo de males, los he vuelto a ver hoy, allí...tirados en medio de la carretera.Hoy me compro un cazamariposas, si es que los hay, le cambio la red por un pequeño saquito, y por mi madre que uno de esos conejos cae...porque aún me duele el culo y esa no se la perdono...
¡Por la gloria de mi madre...!

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