jueves, 10 de septiembre de 2009

Le puede pasar a...¿cualquiera? (y van 3)

Los que me conocen, saben que, además de las arañas, una de las cosas que me produce más aversión son las abejas y/o las avispas. No es que me den asco, que no me lo dan, pero a ellas no les puedes dar una patada o amedrentar si la toman contigo. A mí se me "coló" un avispón tamaño XXL dentro del coche mientras conducía, y jorobé una rueda al desviarme instintivamente al arcén de la carretera...pero no es de eso de lo que quiero hablar...no.
En mi casa tenemos colmenas, unas 5 para ser exactos, y nos gusta la miel...nos encanta la miel...NOS CHIFLA LA MIEL...NOS...ejem, ya me entendéis. Lo malo es que para obtenerla hay que "mangársela" a las abejas, y, a pesar de la protección que llevamos, a veces la cosa puede ser bastante difícil.
En fin, que hace unos años, cuando mi abuelo aún vivía, cierto día acabábamos de sacar la miel y llevar los panales a casa para meterlos en el extractor y envasarla.Mi abuelo estaba comiéndose unos cuantos "frixuelos" y pensó que tal vez con un poco de miel estuviesen bastante mejor, así que le trajimos un tarro, y se sirvió. En lo que no reparó es en que, furtivamente, una abeja, probablemente una "infiltrada" procedente de alguna de las colmenas "saboteadas" se había posado tranquilamente sobre tan delicioso postre. Mi abuelo no reparó en ello, y, confiadamente, se llevó a la boca un pedazo de "frixuelo"(abeja incluída). El resto, imagináoslo.
La abeja le metió un picotazo en toda la lengua a mi abuelo, y ésta se le hinchó hasta casi parecer una barra de chorizo pamplona, (sin exagerar). Lo gracioso, a pesar de que la cosa podía volverse grave, era el oírle hablar, o, mejor dicho," intentar hablar". Por poneros un ejemplo, tras sufrir el picotazo y extraerle el aguijón, cogí al bicho, y lo tiré directamente al arcén de la carretera, pero, a los 5 minutos, mi abuelo se me acerca, y me "dice"...
- ¡¡¡Xadidíííín!!!. ¿¿¿¿Dadatá dadaxa...????, (más o menos)
Lo que, traducido al "cristiano", es...
- ¡¡¡Javieríííín!!!. ¿¿¿ Dónde está la abeja???
Y Javierín se tiró casi un cuarto de hora buscando la puñetera abeja, y de paso, encontró una moneda de 20 duros que le había desaparecido a mi padre 1 semana antes, y que, por supuesto, javierín se llevó a la "saca".
Mi abuelo se pasó tres o cuatro días hablando raro, pero al final ,las cosas volvieron a su cauce. Aún así. yo tengo un lema...nunca confíes en algo que tenga más de cuatro patas...
HE DICHO