- Tele... pfff, yo que se, telepene!
Nuestras caras de asombro nada tuvieron que ver con la cara que puso la chica que se hallaba al otro lado de la cabina; mas aun cuando, al acercarse dos chicos por la calle, el gerente de la recién inaugurada telepene les recibió diciendo:
- Aquí tiene su pedido.
Los principios de cualquier empresa nunca son fáciles.
*La frase en cuestión no fue exactamente "telepene" sino otra
que me abstengo de poner por poder acceder a este espacio
menos, espíritus limpios o gente mojigata.
Milagro no era "Telegay"...ji, ji, ji, porque me sé de algunos que iban a acordarse de un servidor...
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